En este nuevo episodio de La vida circular, el cantautor uruguayo Fernando Cabrera repasa la historia de algunas de las canciones más emblemáticas del disco Fines (1993), que se volvieron fundamentales en su repertorio, como “La casa de al lado” y “La balada de Astor Piazzolla”, y explica por qué le dedicó ese disco a su colega Mauricio Ubal.
Antes de tocar en el teatro Astros de Buenos Aires, el miércoles 13 y jueves 14 de julio, Cabrera también recuerda a Eduardo Mateo y a Eduardo Darnauchans, emblemáticos colegas montevideanos, y repasa los discos que grabó con ambos. También recuerda los exámenes de guitarra que rendía en el conservatorio Santa Lucía de su barrio, Paso Molino, explica por qué eligió acompañarse con una cajita de fósforos en “Viveza” y repasa sus colaboraciones, discográficas y en el escenario, con Andrés Calamaro y Joan Manuel Serrat.
Antes de tocar en el teatro Astros de Buenos Aires, el miércoles 13 y jueves 14 de julio, Cabrera también recuerda a Eduardo Mateo y a Eduardo Darnauchans, emblemáticos colegas montevideanos, y repasa los discos que grabó con ambos. También recuerda los exámenes de guitarra que rendía en el conservatorio Santa Lucía de su barrio, Paso Molino, explica por qué eligió acompañarse con una cajita de fósforos en “Viveza” y repasa sus colaboraciones, discográficas y en el escenario, con Andrés Calamaro y Joan Manuel Serrat.