Éxito, poder y dinero
Según Francisco Gil "en las democracias liberales el objetivo de la mayor parte de la gente es lograr el éxito. Y el éxito significa tanto dinero como popularidad. Lo que pasa es que durante gran parte de la época moderna había unos frenos morales . De manera que si tú robabas, tenías que pagar no solamente la sanción civil, si no que había un plus moral, que afeaba aún más ese acto. Habías cometido un pecado contra los frenos morales. En realidad, el robo es la gran metáfora de la corrupción. Lo lamentable es que ha desaparecido aquella ética puritana que frenaba el capitalismo. E incluso hoy nos encontramos con aceleradores de las trampas. Como por ejemplo el chat GPT, que lo que hace es favorecer el fraude. Si pensamos por ejemplo en las copias en los trabajos universitarios, es un comportamiento que empieza en los más jóvenes y que va preparando el camino para que estos chicos sean corruptos en la edad adulta.
Corrupción en todos los ámbitos
Fernando Gil nos ha comentado que la corrupción no sólo se da en la política. Afecta a otros ámbitos, por ejemplo el mundo académico. Y cita el caso de José Manuel Corchado, rector de la Universidad de Salamanca: "Ha sido acusado de malas prácticas por citarse demasiadas veces a sí mismo. Y de esa forma podría haber incurrido en competencia desleal. Se puede calificar de corrupto este comportamiento si atendemos a la segunda acepción del Diccionario de la Academia de la Lengua que equipara corrupto a desviado. Ya que ha retorcido la ley de una forma consciente, de una forma reiterada y sin necesidad . Y ha salido beneficiado perjudicando indirectamente a los otros compañeros".
Polarización y corrupción
Según Fernando Gil "hay mucha mucha polarización y lo que vemos es una rabia que se ve en los lenguajes, en los comportamientos de los políticos por ejemplo en el parlamento. Esto provoca que unos se lancen contra los otros y acudan a los juzgados para cualquier cosa. Se amplifica así la sensación de conflicto y hay una judicialización absoluta de todos los comportamientos de la vida social, pero sobre todo en la vida política. Y al final parece que la corrupción es más grande de lo que es. Así, el político que quiere conseguir por todos los medios el poder se dedica a agrandar cualquier pequeño problema y llevarlo al juzgado y acusarlo de corrupción. Y se crea una atmósfera mediática que contribuye a dar esa sensación de corrupción generalizada".