La Biblioteca Nacional no solo conserva documentos en formato físico, documentos en papel. Hace tiempo que sus responsables se dieron cuenta de que lo nacido digital: las páginas web, videos, la música incluso, contiene información que es también parte de nuestro patrimonio. Pero sus soportes son efímeros y vulnerables, desaparecen con rapidez. Si alguien no se encarga de conservarlos, se perderá para el futuro una parte muy importante de nuestra historia. Así que los responsables de la Biblioteca se pusieron manos a la obra y comenzaron a recopilar esos documentos digitales, miles, millones, que van ingresando en el Archivo de la Web española.