Educar para la paz

Las palabras son muy poderosas, lo decimos siempre, tienen la capacidad de motivarnos, protegernos, cuidarnos, activarnos, pero también nos pueden limitar, paralizar o incluso hundir. Parece claro que buena parte de lo que somos o lo que creemos que somos está relacionado con lo que decimos y también con lo que nos dicen o nos han dicho a lo largo de nuestra vida, porque, en nuestro camino vital, sobre todo en nuestros primeros años, escuchamos todo tipo de palabras. Muchas de ellas tratan de encasillarnos, de meternos en cajitas, de etiquetarnos y el problema de esas etiquetas es que acabamos creyéndolas y pensando que eso es lo que nos define, lo que somos: cotilla, torpe, lenta, risueña, despistada, ruidoso, desordenada, alegre, responsable. Hoy hablamos de etiquetas, de esas que nos marcan desde que somos pequeños, esas que nosotros, los adultos decimos a los demás, muchas veces, sin ni siquiera cuestionarlas y también os hablamos del nacimiento de un festival de literatura infantil y juvenil que celebra la literatura como refugio y que lleva por título 'Abrapalabra'.