Aparcó la arquitectura para volar.
Actúa porque haciéndolo es de colores.
Escribe porque crea silencios sin callar a nadie.
Y está en este plano terrenal para alumbrar a las que tenemos la suerte de cruzarnos con ella.
Cayetana es ese tipo de personas que entró en mi vida por el podcast y pienso: ¡ojalá no se vaya nunca!
Porque da mucho gusto compartir espacios de vida con mujeres que la viven haciendo que merezca cada pena, y cada alegría. 47 minutos de luz.