Los bancos digitales están transformando las finanzas en Latinoamérica pasando de 9 millones de usuarios en 2018 a 150 millones en 2024. Con tecnología ágil y enfoque inclusivo atienden a migrantes, jóvenes y PyMEs, desafiando a la banca tradicional y redefiniendo el futuro financiero, aunque todavía muchas personas desconfían de su estabilidad y respaldo.