Dicen que cuando perdemos uno de nuestros sentidos, la maquinaria del cerebro se pone en marcha para compensar esa falta de información sensorial. Privados de la vista podemos, por ejemplo, aprender a ver distancias contando pasos, reconocer a personas por su voz, por su olor... En según qué casos quizá baste con escucharlas respirar. Pero qué pasa cuando lo que perdemos es parte de nuestra vida. O nuestra vida... aunque siga latiéndonos el corazón; a nuestras familias, nuestros hogares, un futuro con el que pensábamos que podíamos contar.
La guerra Siria se ha cobrado casi 500.000 vidas desde que empezara el conflicto. Prácticamente la mitad de la población que tenía el país antes de que estallase la Guerra Civil ha tenido que salir huyendo; algunos han buscado refugio en países vecinos como Jordania, Turquía, Irak o Líbano, otros continuaron su viaje hacia Europa... Y otros saltan de un lugar a otro, infiltrados en células clandestinas, para impedir que aquellos que torturaron bajo las órdenes del régimen consigan ser olvidados.
Hoy viajamos con Jonathan Millet hasta el año 2014 para seguir la historia de un superviviente de la cárcel de Sednaya. Hoy hablamos de la primera película de ficción del documentalista francés: 'La red fantasma'.