Hasta que las tropas de Napoleón pisaron Egipto, el contenido de cientos de miles de paneles con jeroglíficos era un misterio para la humanidad, desde que hace dos milenios desaparecieron los últimos escribas capaces de interpretarlos. Pero no es el único caso similar. Las maderas rongo rongo de Isla de Pascua, las tablillas de arcilla sumerias, los textos de algunos libros considerados malditos, son tan solo unos ejemplos de ese conocimiento prohibido al que hoy vamos a intentar aportar luz. Iniciamos viaje…
