Feb 27 2025 2 mins 15
Las sedes de la policía ambiental francesa han sido blanco de decenas de ataques desde 2023. Sindicatos agrícolas, quienes también piden derogar algunas leyes sobre uso de pesticidas y protección del agua, denuncian controles excesivos de parte de los agentes de esta entidad.
En los últimos meses, la oficina francesa de biodiversidad, OFB -o policía ambiental- encargada de hacer cumplir las normas ambientales -como las restricciones sobre los usos de pesticidas- enfrenta una ola de críticas y ataques de los principales sindicatos agrícolas. "En cerca de 20 departamentos hubo vertidos de estiércol y de basura en nuestras oficinas", cuenta un agente de este cuerpo policial.
Al considerar las normas ecológicas excesivas, agricultores de varias regiones arremetieron con intimidaciones a los agentes, grafitis, incendios y saqueos contra sedes de esta agencia estatal. Esta ola de ataques inició en 2023 y se intensificaron con la ola de protestas del mundo agrícola francés en 2024 observa Amélie C., agente de OFB, que pidió permanecer en el anonimato. La agencia France Presse ha contabilizado 90 ataques contra sedes locales de la OFB en todo el territorio francés desde 2023.
Dicha agencia estatal se ha convertido en un símbolo del supuesto exceso de normas ambientales denunciadas por varios sindicatos agrícolas franceses.
“Algunos de estos agentes de la oficina actúan en función de sus convicciones ecologistas personales y quieren quebrantar el sistema agrícola actual. La Agencia Francesa de Biodiversidad (OFB) debería acompañar a los agricultores”, explica a RFI Quentin Le Gouillous, productor francés de cereales, entrevistado durante el Salón de la Agricultura de París.
Le Guillous, quién también funge como secretario general del sindicato agrícola conservador Jóvenes Agricultores (JA), mayoritario en el país -junto con el sindicato FNSEA- reconoce que la OFB “tiene que aplicar las leyes y eventualmente imponer sanciones”.
“Pero hay casos en los que vecinos llaman sistemáticamente a esta policía ambiental cuando ven que un agricultor rocía sus cultivos con pesticidas. Los agentes de la OFB deberían explicar a esos ciudadanos que los agricultores solo están haciendo su trabajo. Hoy sistemáticamente estas llamadas acaban en denuncias y controles. Llamamos a que haya más sensatez en todo esto", insiste.
En el mismo tenor, Laurent Wauquiez, jefe de la bancada de la derecha en la asamblea nacional propuso retirar los financiamientos la policía ambiental y disolverla. Otros políticos piden que los agentes de OFB no puedan portar armas durante el ejercicio de sus tareas de control en las fincas.
La arremetida del sector agrícola y de varios políticos de derecha contra el trabajo de la policía ambiental llevó a los agentes de la OFB a cesar el trabajo el 31 de enero.
En entrevista con RFI, Amélie C., quien también es representante sindical en OFB, recuerda que sus misiones son esenciales para proteger la biodiversidad y la salud humana. Consisten por ejemplos en patrullajes para el buen cumplimiento de las restricciones de uso del agua en periodos de sequía, investigar delitos como contaminación del agua, vertidos ilegales de combustibles, tala ilegal de vegetación o caza de especies protegidas.
“Estamos cansados de repetir que nuestra tarea consiste en revisar no solo a los agricultores sino también las políticas locales, los particulares, las empresas industriales, los cazadores, es decir todas las actividades que impactan la naturaleza”, apunta Amélie C. agente en el terreno y responsable sindical en la policía ambiental francesa.
Los cuestionamientos contra la policía ecológica francesa se enmarcan en una ofensiva de los lobbies agroindustriales, apoyados por la derecha francesa, para debilitar las normas ambientales.
Sindicatos como la FNSEA piden por ejemplo derogar normas que limitan la tala de bosques o el uso de pesticidas controvertidos como el glifosato o los neonicotinoides, muy peligrosos para los polinizadores.
Las recientes declaraciones del primer ministro francés quién indicó que los controles de los agentes de la policía ambiental “humillan” a los agricultores agravaron aún más el malestar de los equipos de la agencia. El próximo 25 de marzo, los agentes de esta policía ambiental francesa realizarán otro paro de actividades para protestar contra la falta de apoyo del gobierno francés.