Aug 17 2024 12 mins
La muerte. De eso hablamos en el episodio anterior, del ataque de los muertos. Hoy, toca la vida.
El héroe de esta edición es Nikolái Zelinski, el químico ruso que, junto con un puñado de correligionarios, creó la primera máscara antigás, tan eficaz que rociar nubes venenosas dejó casi de tener sentido.
Antes de que se iniciara la producción en serie de su aparato, Zelinski tuvo que pasar a través de un infierno burocrático lleno de lamebotas. Empero, estaba hecho de otra cepa, la de los que prefieren granjearse el reconocimiento con hechos y no por la vía del enchufe. Al final, la perseverancia del científico prevaleció.
Así las cosas, Zelinski pudo haberse forrado, pero optó por la humanidad. No patentó su invención. Y lo hizo a conciencia.