'Democracia' a la carta y por control remoto
El lunes 2 de diciembre, el tribunal aprobó los resultados de la primera vuelta de los comicios, cuyos resultados otorgaron el primer puesto al candidato independiente Calin Georgescu, con el 22,94% de los votos, mientras la candidata prooccidental Elena Lasconi obtuvo el 19,18% de los sufragios.
Ante estos resultados, Matthew Miller declaró en referencia a Georgescu, a quien por ser independiente en Occidente lo califican de prorruso, que el debilitamiento de los lazos entre Rumania y la OTAN podría afectar negativamente a la cooperación entre Bucarest y Washington en materia de seguridad.
"Cualquier cambio de este tipo tendría graves repercusiones negativas en la cooperación en materia de seguridad de EEUU con Rumania, mientras que una decisión de restringir la inversión extranjera desanimaría a las empresas estadounidenses a seguir invirtiendo en Rumania", escribió el vocero en un comunicado. A renglón seguido, escribió que EEUU "no interfiere en esa elección ni en ese proceso", al tiempo que señaló que "actores extranjeros pretenden alejar la política exterior rumana de sus alianzas occidentales".
Para no interferir, tal como dice Miller, sus palabras tuvieron un resultado instantáneo: cuatro días después de anunciar y avalar los resultados de la primera vuelta, el Tribunal Constitucional de Rumania decidió anularlos, cuando faltaban dos días para la segunda vuelta.
Cómo de mal habrá estado todo este desaguisado, que hasta a la propia occidentalista y otanista Lasconi le pareció mal y condenó la decisión del Tribunal Constitucional, calificándola de "ilegal e inmoral". "Estas elecciones deberían haber continuado para respetar la voluntad del pueblo rumano", dijo Lasconi en un video publicado en sus redes sociales.
El director del Instituto Español de Geopolítica, Juan Aguilar, observa que esta situación "lo primero que a uno le recuerda es cuando en EEUU denunciaron la injerencia sobre las elecciones que ganó Donald Trump en 2016, en la que acusaban a Rusia de interferir por medio de las redes sociales".
"¿Ustedes se imaginan que se hubieran suspendido las elecciones en EEUU? ¿Que el Tribunal Supremo hubiera dicho que, porque habían llegado unas donaciones, o porque se ha visto un pico en las redes sociales sobre un candidato determinado, se hubieran suspendido las elecciones? ¡Pero qué broma es esta! Esto lo que nos indica claramente es el estado de descomposición de la democracia dentro de la Unión Europea", sentencia Aguilar.