En Pasto, en el sur de Colombia, existen familias que además de habitar uno de los lugares más paradisíacos del país, cuidan y conservan su territorio, convirtiéndolo en un templo sagrado, regido por un profundo amor a la ‘Pacha Mama’. Para las familias de la vereda Casapamba en la laguna de La Cocha, la biodiversidad es intocable y su protección no se negocia.