Un grupo de investigadores de la Universidad del Magdalena inició un trabajo para proteger las semillas criollas, esenciales en la agricultura tradicional de la región. Estas semillas, cultivadas durante generaciones por campesinos, son la base de la seguridad alimentaria y cultural en Colombia. A través de la investigación y la enseñanza, este proyecto busca preservar la diversidad genética de las semillas criollas, asegurando su supervivencia frente a desafíos como el cambio climático y las plagas. Cada semilla criolla representa no solo un recurso agrícola, sino un legado que debe ser protegido para las futuras generaciones.