Escritor infantil consagrado y crítico gastronómico de larga data, sabe unir la comida y las letras para jóvenes, en este libro ilustrado por Felipe Zavala y donde se unen, además, los sabores de Chile junto a la más cuidada estética con sabor criollo. Es un punto de partida para, además, indagar sobre sus gustos actuales, el rol de la crítica de la comida en los tiempos de la atomización de opiniones sobre el comer. De eso -y algo más-, charlamos desde Wine Rebels Bar, en Santiago Centro, donde nos dieron un espacio, tapeo y copas de vino para irnos de viaje, una vez más.