Esta sencilla meditación puede ser una herramienta para niños, jóvenes y adultos que nos ayude a relajar y apreciar nuestro cuerpo, único y maravilloso. Se recomienda hacerla a mitad del día o antes de dormir, ya que además de entrenar nuestra atención, nos ayuda a conectar con las diferentes partes y funciones de nuestro cuerpo, permitirles descansar en forma consciente y agradecerles por todo lo que hacen por nosotros. Esta meditación despierta sentimientos de gratitud, bienestar, amor propio y paz.