Un político de ultraderecha, hijo de un nazi y que considera que los partidos herederos de Pinochet son una “derecha light”, ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Chile y podría coronarse en la segunda, en unos días. Los movimientos extremistas que lo apoyan, como las expresiones de El Yunque en México, España y otros países, se verían fortalecidos con su victoria. Esos comicios son más importantes de lo que parecen.