Era otoño de 2014. Teresa Romero fue una de las auxiliares de enfermería que había atendido a dos misioneros españoles que murieron víctimas de ébola, pero pronto sería su nombre el que aparecería en todos los periódicos y abriría los noticieros: Romero fue la primera persona en contagiarse de ébola fuera de África.
Diez años después, Romero cuenta a Oído Clínico-El Español sus recuerdos de aquella crisis, su ingreso en aislamiento y las secuelas que le dejó no tanto la enfermedad como la exposición de su vida durante aquellos días.
Diez años después, Romero cuenta a Oído Clínico-El Español sus recuerdos de aquella crisis, su ingreso en aislamiento y las secuelas que le dejó no tanto la enfermedad como la exposición de su vida durante aquellos días.