Dos décadas después de los atentados en los trenes de cercanías de Madrid, el 11-M sigue siendo una fecha incómoda. A tres días de unas elecciones generales, y en medio de una dura legislatura marcada por las protestas ciudadanas contra la guerra de Irak, el gobierno en funciones del popular José María Aznar se enfrenta a la gestión de unos atentados que atribuye inicialmente a ETA. Aunque el ejecutivo no oculta los indicios que apuntaban hacia la causa islamista, la insistencia en mantener la autoría independentista motivó unas insólitas movilizaciones frente a las sedes del Partido Popular, convocadas vía mensajes SMS a través de los teléfonos móviles. El famoso ‘Pásalo’ con el que acababan esos mensajes se convirtió en viral y, quién sabe, podría ser en parte responsable del vuelco electoral que propició la victoria del Partido Socialista. También era el ejemplo del poder de la comunicación horizontal de las redes, capaces de articular un discurso alternativo al de la comunicación gubernamental, apoyada en la televisión pública como medio de referencia. Para analizar la gestión de la comunicación de crisis en esos días y el impacto de los atentados en el resultado electoral contamos con la participación de José Antonio Olmeda, catedrático de Ciencia Política de la UNED y autor del informe 'Miedo o engaño: el encuadramiento de los atentados terroristas del 11-M en Madrid y la rendición de cuentas electoral’ (Real Instituto Elcano, 2005), y de Morten Heiberg, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Copenhague y autor de un libro sobre la política exterior del gobierno de Zapatero, titulado ‘España y la doctrina del multilateralismo eficaz’ (Planeta, 2021). Presentado por Ángela González Montes y Francisco Seoane Pérez.