Feb 09 2025 51 mins
1 Pedro 4:14 “Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado”.
Para poder enfrentar estos tiempos difíciles debemos tener un corazón sano delante de Dios, Dios ama nuestro corazón y nuestro corazón es el lugar donde Dios quiere obrar el mayor de sus milagros,: “transformarlo”, esta escrito en Ezequiel 36:26-27 "Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne”.
Vituperio significa “Baldón u oprobio que se dice a alguien, Acción o circunstancia que causa afrenta o deshonra”.
Existen dos citas bíblicas, una en Mateo 12:33-35 “O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol. ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas” y en Mateo 7:16-18 “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos”.
El Señor usa estas palabras para decirnos que lo que un hombre muestra en su vida es el resultado directa del tesoro que tiene en el corazón, Proverbios 4:20-23 “Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”, el problema radica en que lo que menos cuidamos es nuestro corazón asi que lo que hay en el corazón es la resultante de todo lo que han sembrado en tu corazón desde el momento de tu concepción y que han sembrado, Vitupero, Deshonra, Palabras de Maldición, Palabras deshonestas…etc”.
El Señor anhela nuestro corazón sin importar nuestra apariencia exterior, allí se encuentran todas las áreas de nuestra vida; área física, emocional, espiritual, económica, de relaciones, y en el se almacenan todos los eventos desde el momento que somos engendrados; si éstas áreas estuvieron afectadas por eventos donde la maldad, la iniquidad, el pecado, la violencia estuvieron presentes, estarán en regiones de cautividad, lo que la Biblia llama cárceles espirituales, cuando el corazón del hombre se encuentra en cárceles espirituales comienza a manifestar los diseños que operan en estos lugares de oscuridad y tinieblas.
Todo esto produce en el hombre enfermedades, desgracias, temores, angustias, quebrantos y se manifestará mediante la ira, contienda, ruina, escasez, destrucción, separación, violencia, etc.
Enfermedades—-
Dios no coloca un remiendo en nuestro corazón, no, la promesa es que nos dará un nuevo Corazon y un espíritu recto; la naturaleza humana es demasiado depravada para ser remendada, aquí no se trata de una casa que necesita de unas cuantas reparaciones, no, la casa está podrida por completo, y los propios cimientos han sido destruidos, hoy tanto el corazón del hombre como el corazón de la familia han sido destruidos, toda la casa se encuentra en mal estado, hay podredumbre por doquier y está a punto de desplomarse.
Dios no intenta repararla, no la adorna ni la embellece, ni le pone máscara como hacemos nosotros, sino que decide que la vieja casa debe ser arrasada, y que construirá una casa nueva, por eso razón dice: "Les daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y pondré un corazón de carne… para que andemos en sus estatutos y guardemos sus preceptos”.
Cual es la causa de todo lo que menciona la Palabra de Dios, el vituperio y la deshonra que hemos recibido aún desde el momento mismo de nuestra concepción, a saber:
- Rechazo (en las diversas etapas del ser humano, aún en el vientre).
- Injusticias recibidas:
- Infidelidad.
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- Gastar el dinero de la familia en iniquidades.
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- Escarnecedores y burladores de nuestro cónyuge y nuestros hijos a través de sobrenombres o maldiciones declaradas con nuestros labios.
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- Maltrato, castigos exagerados, abusos de autoridades, robos, traiciones, deshonra, maledicencia, etc).
- Ofensas no sanadas (es una herida que no recibido el poder sanador de Dios).
- La falta de perdón.
- Fracasos.
¿Qué debemos hacer?
- Pedir perdón a Dios.
- Perdonar al ofensor.
- Renunciar al resentimiento o amargura.
- Llenarse del amor de Dios.
- Ser llenos del Espíritu Santo.