¿Cuán fácil les resultó encontrar qué querían hacer en la vida? ¿Encontraron ya su camino?
Un estudio de la universidad de Stanford mostró que solo el 20% de los menores de 26 años sabe a qué quiere dedicarse. En ese momento donde se juegan tantas decisiones cruciales, ¡la enorme mayoría no sabe lo que está buscando! Y para muchos el problema no termina en la juventud, sino que siguen avanzando en la vida sin tener un rumbo claro.
Quizás como reacción al rol desmesurado y sacrificado que el trabajo ocupaba para las generaciones anteriores, hoy muchos jóvenes (y no tan jóvenes) creen que el «laburo» es un mal necesario, y se pasan la semana contando los días para que llegue el finde.
En este episodio, hablamos sobre el balance entre el ocio y el «neg-ocio» y cómo encontrar nuestro camino y convertir el desafío laboral en una fuente profunda y duradera de satisfacción.
Te invito a escucharlo, y especialmente a compartirlo con la gente que conozcas que esté sin un rumbo claro o vea al trabajo solo como un garrón necesario.