LAUDES DOMINGO DE LA IV SEMANA DE ORDINARIO
(Oración de la mañana) - La Presentación del Señor
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Mirad, el Señor llega a su templo santo, venid, adorémosle.
SALMODIA
Salmo 62 - Ant. Simeón, hombre recto y piadoso, esperaba la consolación de Israel y el Espíritu Santo moraba en él.
Cántico - Ant. Simeón tomó al Niño en sus brazos y, dando gracias, bendijo a Dios.
Salmo 149 - Ant. Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
RESPONSORIO BREVE
V. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
R. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
V. Aclamad la gloria y el poder del Senor.
R. En el atrio sagrado.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Cuando entraban sus padres con el niño Jesús, Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
PRECES
“Que nuestros ojos vean tu salvación.”
Conclusion
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
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