10 de febrero de 1943. Proximidades a la ciudad de Leningrado. Un grupo de soldados españoles avanzan al país soviético a 25 grados bajo cero. De repente, les sorprende el avance de casi cuatro decenas de batallones rusos, ochenta carros de combate y una larga retahíla de piezas de artillería sobre sus mermadas posiciones.
Los últimos miembros de la División Azul sabían que estaban condenados.