Pocos conocen la alucinante historia de la expedición árabe del ilustrado barcelonés Domingo Badía. En 1802, financiado por la España de Carlos IV, Badía se hizo pasar por un príncipe sirio musulmán, Alí Bey, para realizar un viaje científico por todo el norte de África. Pero Badía llevaba otra misión secreta: Manuel Godoy, el hombre fuerte de Carlos IV le había encargado adueñarse de Marruecos.