Somos la última cohorte millenial y hemos crecido con el cine de los ochenta. Tal es su impacto, relevancia e influencia para nuestra generación que toda la industria cinematográfica actual malvive parasitando el talento de aquellos que hicieron de Hollywood en los ochenta una verdadera fábrica de sueños. Y este es nuestro homenaje.
¡Ahora, a luchar!
¡Ahora, a luchar!