El rechazo a Dios tiene consecuencias profundas y devastadoras en la vida de una persona, en una sociedad e incluso en generaciones enteras. Dios, en Su misericordia, continuamente llama al hombre al arrepentimiento; pero cuando el ser humano persiste en su rechazo, Dios lo entrega a los deseos de su corazón, permitiendo que enfrente las consecuencias de su rebelión. Como lo vemos en Romanos 1, este rechazo afecta la moralidad, la mente y, finalmente, el destino eterno de los hombres.
Hoy reflexionaremos sobre dos consecuencias claras que nos enseña la Palabra de Dios:
2. Degeneración Moral
3. Una Mente Depravada
Hoy reflexionaremos sobre dos consecuencias claras que nos enseña la Palabra de Dios:
2. Degeneración Moral
3. Una Mente Depravada