En el exterior de una mina abandonada de la Columbia Británica (Canadá) se oyen ciertos sonidos del amor que, para disfrutarlos, uno necesita recurrir a los ultrasonidos. Los murciélagos son famosos por producir sonidos que les ayudan a orientarse en el cielo nocturno y a localizar insectos. Es lo que se conoce como ecolocalización. Pero en el invierno de 2010, unos dispositivos de grabación de audio conocidos como detectores de murciélagos captaron un nuevo tipo de ruido, que nunca antes se había registrado en murciélagos de pelo plateado