¿Y si te cuento que el Pony Express, el mítico servicio de correo a caballo que hemos visto tantas veces en las películas del Lejano Oeste fue un negocio ruinoso? ¿O que apenas estuvo en funcionamiento un año y medio? ¿O que el secreto de su eficacia era un control draconiano del peso de jinetes y valijas? Pues esa es la historia excéntrica de hoy.