Apr 14 2025 1 mins 6
En parte es comprensible que el personal se ilusione con la posibilidad de jugar la Conference League por el sufrimiento crónico al que Lim ha condenado al valencianismo. Después de cinco años de mediocridad, solo la posibilidad remota de que el Valencia se meta en la tercera competición europea en importancia ya es mucho. Pero conviene bajar la pelota al suelo y aplicar el sentido común antes de que se dispare la ilusión con un equipo que ha estado 25 jornadas en descenso y que, ojo, todavía no ha conseguido la permanencia matemática. Corberán no quiere ni oír hablar de Europa porque, de no llegar a ese objetivo que hace dos meses parecía imposible, teme que a algún aficionado le pueda saber a poco la proeza del staff y los jugadores en esta segunda vuelta. Es pronto para meterse en ese jardín. Veamos el nivel competitivo del equipo en Vallecas y ante el Espanyol. Luego viene un parón. Si el Valencia suma seis de seis, tendremos dos semanas por delante para reflexionar y, llegado el caso, ilusionarnos.