La lírica del flamenco se ha alimentado de diferentes fuentes, principalmente de la lírica popular y de la tradición oral. Las letras del cante flamenco conservan la brevedad y la sabiduría de la experiencia y nos transmiten, a través de los palos o estilos del cante, en pocos versos, un sinfín de sentimientos y emociones que sale del corazón propio, y quiere herir y penetrar en el corazón ajeno. Además, hay que tener en cuenta la inspiración popular, la tradición oral del flamenco desde sus inicios, y la aportación de escritores como Alberti y Federico García Lorca a las letras del cante flamenco.
Estas letras son muy variadas y nos transmiten también pasiones y emociones que van desde la alegría, a la muerte, pasando por el amor o la tristeza.
Hay que decir que las letras del flamenco no van relacionadas entre sí. Cada una de ellas es un mundo, representa un hecho diferente y el cantaor va saltando de una letra a otra de forma caprichosa. Los diferentes palos y estilos musicales que cantan estas letras llevan asociada una intención emocional, sensitiva e interpretativa que va a marcar el carácter y el contenido de los versos de las canciones. Así, hay palos que reflejan alegría y se interpretan a través de palos o estilos festeros. Otros manifiestan la tragedia o nos hablan de la muerte, como la soleá o la seguiriya. Así, el flamenco cuenta y canta a la picaresca, el amor, el desamor, la muerte, a la madre, al padre, a la naturaleza: ríos, sierras, montañas, flores, aves y pájaros.
Estas letras son muy variadas y nos transmiten también pasiones y emociones que van desde la alegría, a la muerte, pasando por el amor o la tristeza.
Hay que decir que las letras del flamenco no van relacionadas entre sí. Cada una de ellas es un mundo, representa un hecho diferente y el cantaor va saltando de una letra a otra de forma caprichosa. Los diferentes palos y estilos musicales que cantan estas letras llevan asociada una intención emocional, sensitiva e interpretativa que va a marcar el carácter y el contenido de los versos de las canciones. Así, hay palos que reflejan alegría y se interpretan a través de palos o estilos festeros. Otros manifiestan la tragedia o nos hablan de la muerte, como la soleá o la seguiriya. Así, el flamenco cuenta y canta a la picaresca, el amor, el desamor, la muerte, a la madre, al padre, a la naturaleza: ríos, sierras, montañas, flores, aves y pájaros.