¿Podemos evitar que todo se desmorone? El año 2024 comienza con guerras ardiendo en Gaza, Sudán y Ucrania, y las labores para el restablecimiento de la paz en crisis. En todo el mundo, los esfuerzos diplomáticos para acabar con los enfrentamientos están fracasando. Cada vez más líderes persiguen sus objetivos militarmente y más aún creen que podrán salirse con la suya. Desde aproximadamente el año 2012 el número de guerras ha ido creciendo, después de una disminución en la década de 1990 y principios de la década de 2000. Primero surgieron conflictos en Libia, Siria y Yemen, desencadenados por las revueltas árabes de 2011. La inestabilidad en Libia se extendió hacia el sur, lo que contribuyó a una crisis prolongada en la región del Sahel.