Cuando llegamos al estudio Toresky de Radio Barcelona todo está por hacer. Hay que poner la mesa en su sitio, colocar todas las sillas para el público y sacar la maleta de los cacharros musicales y desplegarlos por la mesa. Unos van para Andreu y otros para Berto. Todo esto, cuando hay silencio y lo hacemos cada uno a nuestro rollo, da para un ASMR. Y ya que muchos se duermen con los episodios ¿por qué no dormirse con esta fantasía de sonidos?