A lo largo del día recibimos incontables notificaciones, mensajes, imágenes, videos… inputs digitales que llegan a través de diferentes canales. A partir de aquí, interactuamos chateando o respondiendo con una imagen de vuelta o con un like. ¿Pero nos detenemos en algún momento a dudar si ese mensaje ha sido creado por una máquina o una persona? Parece que el phishing, es decir, la suplantación de identidad para obtener información de una víctima, ha encontrado un aliado perfecto en la Inteligencia artificial. El fraude cada vez es más sofisticado y todavía más difícil de identificar.
Vamos a conocer hasta qué punto diferentes aplicaciones con IA pueden llegar a crear mensajes lo suficientemente reales para no generar ninguna sospecha. Desde videos a voces, hasta textos escritos por herramientas como ChatGPT, e incluso imágenes, logos, artículos, canciones o sintonías.
La línea entre lo real y el fraude es cada vez más delgada, y la brecha que pueden aprovechar los ciberdelincuentes, más ancha.
Colaboradora: Marta Villegas, investigadora del Barcelona Super Computing Center.
Vamos a conocer hasta qué punto diferentes aplicaciones con IA pueden llegar a crear mensajes lo suficientemente reales para no generar ninguna sospecha. Desde videos a voces, hasta textos escritos por herramientas como ChatGPT, e incluso imágenes, logos, artículos, canciones o sintonías.
La línea entre lo real y el fraude es cada vez más delgada, y la brecha que pueden aprovechar los ciberdelincuentes, más ancha.
Colaboradora: Marta Villegas, investigadora del Barcelona Super Computing Center.