En una sociedad tan competitiva con altos índices de ansiedad y depresión parece que hemos dejado escondida en un rincón una emoción por considerarla débil: la ternura. Hemos subestimado su poder. La capacidad que tiene lo pequeño, lo frágil, lo vulnerable para transformarnos es inmensa. ¿Y si hubiéramos estado buscando todo este tiempo donde no era?. Lo descubrimos desde nuestra versión del tierno poema "El camello cojito" de Gloria Fuertes.