La música ha ido ligada al cine desde la primera película sonora, El cantor de Jazz, de 1927. Muchas canciones se han visto ligadas a películas y al revés, muchas películas han tenido éxito gracias a una canción, pero este fenómeno alcanzó su punto máximo en la década de los 80. Una maniobra de marketing nos ha dejado canciones marcadas a fuego en nuestro ADN musical y generacional. Este es un primer episodio dedicado a este fenómeno, habrá más.