La tercera parte de The Dark Tower se entrelaza con el poema de T.S. Eliot que le dio su nombre: The Waste Lands (1991). Ya formado el diverso ka-tet, empieza a definirse el mundo que lo rodea y a surgir teorías más concretas en torno a su espacio y tiempo. Habrá que seguir leyendo para confirmar si acaso nunca hay un momento aburrido en el Mundo Medio.
¿Te interesa que sigamos grabando sobre esta saga? Acá nos pedís que leamos The Dark Tower IV: https://cafecito.app/medianocheenmaine