En nuestra anterior edición veíamos que de una misma raíz indoeuropea derivan nombres en distintos idiomas que aluden a colores bien diferentes, como el azul, el amarillo, el blanco y hasta su opuesto, el negro. Encontramos esa raíz también en el origen de voces como “Flavia” o “báltico”, al son de las experimentaciones musicales de Mantas Mockus, desde Lituania.