Ubicada en la costa del mar Amarillo, equidistante de Pekín y Shanghái, la ciudad de Qingdao sorprende por el aire alemán de algunas de sus construcciones más antiguas. Un rasgo exótico que se explica por la ocupación germana que sufrió la provincia de Shandong entre 1897 y 1914. Lugares como la catedral católica de San Miguel, el pintoresco barrio de Badaguan o la más que centenaria cervecera Tsingtao –la marca más famosa de China– son herencia del protectorado. En las últimas décadas Qingdao ha crecido desaforadamente, los rascacielos brotan en varios distritos y su puerto se ha convertido en el sexto más importante del gigante asiático. El turismo de playa y naturaleza, muy orientado al mercado interior, tiene cada vez más fuerza. Nuestro paseo sonoro comienza en el icónico muelle Zhanqiao en compañía de la profesora Cristina Liu. También conversamos con otras dos docentes naturales de Qingdao: Xiaojie Wu y Lily Gao. El retrato se completa con las visiones de un par de españoles que acumulan muchos años de residencia en China: Julio Ceballos, experto en internacionalización de empresas y autor del libro 'Observar el arroz crecer', y el empresario Ramón Sabater. En esta ruta no faltan paradas en el parque Lu Xun, la calle peatonal Taidong, el museo de la cerveza, el centro olímpico de vela o el sagrado monte Laoshan.