El adjetivo lisonjero deriva del nombre lisonja, tomado del provenzal lauzenja, que se usa con el sentido de ‘Alabanza afectada para ganar la voluntad de alguien’. No debe confundirse con otro lisonja, del francés losange, que se emplea en heráldica con otro significado. El adjetivo es de uso frecuente en castellano medieval y en los siglos de oro.
José Ramón Carriazo Ruiz, profesor de Lengua Española en la UNED.