La inestabilidad reina en Castilla. Tras la muerte del rey Fernando IV, el trono está en manos de un niño de un año y medio, el rey Alfonso XI. Hasta que el monarca tenga la edad para poder reinar, la regente será su abuela María de Molina. En estos días, esta misma ha recibido la noticia de que el Papa ha aprobado su matrimonio con Sancho IV, aunque la bula llega años después de su muerte. La situación del reino de Aragón es opuesta al torbellino que viven en Castilla: el rey Jaime II logra la paz interna y la expansión externa de su reino.