El año 1863 fue uno de los más interesantes en la vida del compositor húngaro Franz Liszt. A su San Francisco de Paula caminando sobre las aguas se sumaron una deliciosa tarantela bajo el nombre de Venecia y Nápoles, y su Salve Polonia. Pero a esa especie de viaje musical europeo se le debe sumar una de las escasas obras que le ligan indisolublemente a la Península Ibérica: la Rapsodia Española. Una obra, sin embargo, ideada dos décadas atrás durante una gira que le llevó por numerosas ciudades españolas y portuguesas, en las que, llegando en carro de mulas, disfrutó de un ambiente totalmente alejado de las grandes cortes europeas -pese a que alguna vez lo fue también- y donde absorbió el idioma, sus costumbres y sus músicas. Incluso tuvo ya algunos bocetos e ideas que plasmó en el pentagrama y que sirvieron para su Rapsodia española, sobre la que hablarán con todo detalle numerosos expertos en este nuevo documental de Gran Repertorio.