Dec 21 2024 60 mins 1
En unas declaraciones el historiador y coleccionista italiano Mario Praz afirmó que la casa es el hombre, es decir, a tal hogar, tal señor, incluso cuando la casa apenas existe, seguiría afirmando que la casa es el hombre.Walter Benjamin nos reveló que incluso cuando el hombre se aloja en posadas, ventas, cuevas, campamentos improvisados o circunstanciales refugios, los hombres, el humano, hacen suyo y modelan el espacio en el que se resguardan y dejan ahí su impronta. En definitiva, habitar significa dejar huellas. Habitar, un verbo que el filósofo alemán Heidegger empleó a la hora de referirse a esta problemática que atraviesa nuestras vidas. Hablar del habitar nos conduce inevitablemente a hablar de las casas y sus arquitecturas pero también a lo que sucede entre sus paredes. El fundamento de toda casa es poder habitarla con el único fin de construir un hogar atravesado por la soledad, el amor, lo furtivo, la espera, la limpieza, la suciedad, el orden, el sexo, el cocinar, la enfermad o el descanso. Seguramente la vida en una casa pueda ser un buen resumen del ser humano sobre la tierra.
