El sistema nervioso humano parece ser el único en el reino animal capaz de interpretar la realidad y construir significado y dirección de lo que percibe. También nos hace reflexionar acerca de nosotros mismos y del papel que jugamos en la historia de la evolución y nos permite modificar nuestra realidad apartándose a veces (para bien o para mal) de nuestros mandatos y la presión evolutiva. Si esto es el resultado de las instrucciones de nuestros genes o una propiedad emergente de un sistema nervioso que incorpora sistemas operativos que se remontan desde los organismos multicelulares primitivos hasta nuestro cerebro, no lo sabemos.
Lo que sí sabemos es que nuestro complejo sistema nervioso ha desarrollado en especial nuestra corteza prefrontal que es donde se concentran lo que llamamos zonas ejecutivas. Estas zonas se relacionan con la autopercepción, la toma de decisiones, el cálculo y la anticipación, fundamentales para nuestra vida social.
Por una cuestión de espacio, nuestros dos hemisferios cerebrales debieron especializarse en dos aspectos diferentes y complementarios. El hemisferio dominante (el izquierdo para la mayoría de nosotros) posee las áreas del lenguaje (escrito y oral) y funciona de modo secuencial, lógico y analítico. El hemisferio no dominante, opera en forma holística, geográfica y posee un mecanismo intuitivo y gestáltico a la hora de interpretar información.
Obviamente utilizamos ambos hemisferios a la vez con la ventaja de interpretar la realidad en forma global, intuitiva y lógica y analítica a la vez. Cuánto mejor armonicen ambos mecanismos, mejor nos adaptamos a este mundo que creamos.
Ver “Dibujando con el lado derecho del cerebro” de Betty Edwards.
Para comprender la realidad que nos rodea nuestro sistema nervioso establece un mapa que sitúa en el espacio y en el tiempo diversas modalidades: vista, tacto audición, olfato. Resulta obvio que la parte visual es la que mejor nos permite adaptarnos al medio por lo que el mapa visual que construye nuestro cerebro occipital en base a la información de ambas retinas es una muy buena representación virtual del mundo que nos rodea. Como la pantalla de de un videojuego, nos permite desplazarnos y localizar lo que necesitamos en este mundo. Al mismo tiempo, nuestro cerebro proyecta sobre este mapa nuestra imagen, mapa o esquema corporal como un avatar para jugar el juego de la vida.
Siendo animales sociales, los humanos desarrollamos habilidades de comunicación inéditas en la naturaleza. Nuestros antepasados dejaron en las cavernas su interpretación visual del mundo donde habitaban y de sus actividades en él utilizando el dibujo, una de nuestras primeras formas de comunicación.
Al mismo tiempo, la combinación de sonidos y gestos va dando lugar al lenguaje hablado y con ello el desarrollo de la narrativa. Los primeros signos marcados en piedra o arcilla que se usaban para registrar cantidades en el comercio derivan en letras que construyen palabras que delinean conceptos y al mismo tiempo en fonemas para convertirlos en el lenguaje oral.
Y gracias al lenguaje, junto con una disposición cerebral a hacerlo, construímos una realidad inventada donde la narrativa y la épica se superponen a la vida cotidiana. Y la simple realidad de nuestra vidas se convierte en una aventura en la que nosotros representamos el héroe que transita su camino en busca de la redención o la recompensa. Y ese lenguaje que nos sirve para la comunicación y la construcción de universos adopta diferentes medios uno de los cuales armoniza en forma particular el grafismo representativo y el lenguaje narrativo en una forma secuencial llamada historieta, cómic o manga.
Resulta claro que cada medio en particular analiza o reproduce la realidad desde un punto de vista. Antes del cine, el teatro representaba en forma directa la realidad visual y mediante el texto la invención narrativa,...
Lo que sí sabemos es que nuestro complejo sistema nervioso ha desarrollado en especial nuestra corteza prefrontal que es donde se concentran lo que llamamos zonas ejecutivas. Estas zonas se relacionan con la autopercepción, la toma de decisiones, el cálculo y la anticipación, fundamentales para nuestra vida social.
Por una cuestión de espacio, nuestros dos hemisferios cerebrales debieron especializarse en dos aspectos diferentes y complementarios. El hemisferio dominante (el izquierdo para la mayoría de nosotros) posee las áreas del lenguaje (escrito y oral) y funciona de modo secuencial, lógico y analítico. El hemisferio no dominante, opera en forma holística, geográfica y posee un mecanismo intuitivo y gestáltico a la hora de interpretar información.
Obviamente utilizamos ambos hemisferios a la vez con la ventaja de interpretar la realidad en forma global, intuitiva y lógica y analítica a la vez. Cuánto mejor armonicen ambos mecanismos, mejor nos adaptamos a este mundo que creamos.
Ver “Dibujando con el lado derecho del cerebro” de Betty Edwards.
Para comprender la realidad que nos rodea nuestro sistema nervioso establece un mapa que sitúa en el espacio y en el tiempo diversas modalidades: vista, tacto audición, olfato. Resulta obvio que la parte visual es la que mejor nos permite adaptarnos al medio por lo que el mapa visual que construye nuestro cerebro occipital en base a la información de ambas retinas es una muy buena representación virtual del mundo que nos rodea. Como la pantalla de de un videojuego, nos permite desplazarnos y localizar lo que necesitamos en este mundo. Al mismo tiempo, nuestro cerebro proyecta sobre este mapa nuestra imagen, mapa o esquema corporal como un avatar para jugar el juego de la vida.
Siendo animales sociales, los humanos desarrollamos habilidades de comunicación inéditas en la naturaleza. Nuestros antepasados dejaron en las cavernas su interpretación visual del mundo donde habitaban y de sus actividades en él utilizando el dibujo, una de nuestras primeras formas de comunicación.
Al mismo tiempo, la combinación de sonidos y gestos va dando lugar al lenguaje hablado y con ello el desarrollo de la narrativa. Los primeros signos marcados en piedra o arcilla que se usaban para registrar cantidades en el comercio derivan en letras que construyen palabras que delinean conceptos y al mismo tiempo en fonemas para convertirlos en el lenguaje oral.
Y gracias al lenguaje, junto con una disposición cerebral a hacerlo, construímos una realidad inventada donde la narrativa y la épica se superponen a la vida cotidiana. Y la simple realidad de nuestra vidas se convierte en una aventura en la que nosotros representamos el héroe que transita su camino en busca de la redención o la recompensa. Y ese lenguaje que nos sirve para la comunicación y la construcción de universos adopta diferentes medios uno de los cuales armoniza en forma particular el grafismo representativo y el lenguaje narrativo en una forma secuencial llamada historieta, cómic o manga.
Resulta claro que cada medio en particular analiza o reproduce la realidad desde un punto de vista. Antes del cine, el teatro representaba en forma directa la realidad visual y mediante el texto la invención narrativa,...