Se empeña Máiquez en atribuirme como habilidad lo que cualquier otro autor juzgaría como un defecto, cuando no como una declaración de hostilidades: destripar sus libros en público.
Pero Máiquez no es como los demás autores. O no como esos autores que aspiran en vano, los ilusos, a la gloria fugaz del best seller, o sea, a que el sufrido lector agarre su libro en la primera frase y no lo suelte hasta la última.
Enrique agradece una introducción de sus títulos, lo más prolija posible, preferentemente hablada, mucho mejor si a dos voces, una de ellas, la voz preguntante, la mía, y la otra, la cantante, la suya.
Todo esto ha dicho Máiquez con motivo de su libro anterior, ‘Gracia de Cristo’, y todo esto ha vuelto a decir con ocasión del más reciente, ‘Ejecutoria’.
A diferencia de la vez anterior, en esta a la presentación que le hice no ha seguido una entrevista, sino que una y otra son una cosa misma; todo, por dar cumplido trámite a una vieja ensoñación de Enrique.
¿Ir de taberna en taberna haciendo el cantar de las epopeyas que, generación tras generación, han hecho soñar a los hombres? Qué va: sentirse, siquiera por unos instantes, como el vocalista de una banda clandestina de jazz.
Entrevista realizada por Gonzalo Altozano.
Sonido: César García.
Diseño: Estudio OdZ.
Contacto: [email protected]
Twitter: @GonzaloAltozano
Instagram: @galtozanogf
Pero Máiquez no es como los demás autores. O no como esos autores que aspiran en vano, los ilusos, a la gloria fugaz del best seller, o sea, a que el sufrido lector agarre su libro en la primera frase y no lo suelte hasta la última.
Enrique agradece una introducción de sus títulos, lo más prolija posible, preferentemente hablada, mucho mejor si a dos voces, una de ellas, la voz preguntante, la mía, y la otra, la cantante, la suya.
Todo esto ha dicho Máiquez con motivo de su libro anterior, ‘Gracia de Cristo’, y todo esto ha vuelto a decir con ocasión del más reciente, ‘Ejecutoria’.
A diferencia de la vez anterior, en esta a la presentación que le hice no ha seguido una entrevista, sino que una y otra son una cosa misma; todo, por dar cumplido trámite a una vieja ensoñación de Enrique.
¿Ir de taberna en taberna haciendo el cantar de las epopeyas que, generación tras generación, han hecho soñar a los hombres? Qué va: sentirse, siquiera por unos instantes, como el vocalista de una banda clandestina de jazz.
Entrevista realizada por Gonzalo Altozano.
Sonido: César García.
Diseño: Estudio OdZ.
Contacto: [email protected]
Twitter: @GonzaloAltozano
Instagram: @galtozanogf