En la mañana del lunes 30 de mayo de 2005 un grupo de estudiantes del instituto Mountain Brook se encontraba en el Aeropuerto Internacional Reina Beatrix, en Aruba. Pronto abordarían el avión de regreso a su hogar en Estados Unidos, marcando el fin de su viaje de graduación. Sin embargo, aquella soñada aventura no terminaría como habían planeado. Al grupo le faltaba una de sus integrantes: Natalee Holloway, de 17 años.
Aunque llevaban varias horas sin saber de ella, recordaban con claridad la última vez que la habían visto: alrededor de la 1:30 de ese mismo día. Sus compañeros de clase la habían observado subiendo a un auto junto a Joran van der Sloot, un estudiante neerlandés de 17 años que vivía en Aruba y había conocido al grupo de turistas días antes.
Los recién graduados esperaron a Natalee hasta el último momento, pero la voz de la megafonía del aeropuerto rompió el silencio: era el último aviso de embarque. En breve, el avión partiría hacia Estados Unidos.
Este es el caso de Natalee Holloway, una historia donde la línea entre la verdad y la mentira es difícil de trazar.
Buenas noches y bienvenidos a Laberinto Criminal.
A pesar de formar parte del Reino de los Países Bajos, Aruba está muy lejos de Europa. Esta isla, famosa por su arena blanca y aguas cristalinas, se encuentra en el corazón del Caribe holandés. Por su cálida temperatura y paisajes idílicos, se ha convertido en un destino turístico ideal desde hace décadas. Así fue también para Natalee Holloway y sus compañeros del instituto Mountain Brook High School en 2005.
Natalee nació el 21 de octubre de 1986 en Mississippi, Estados Unidos. Pocos días antes de llegar a Aruba, se había graduado con honores de su escuela secundaria. Su paso por el instituto no pasó desapercibido: era miembro de la Sociedad Nacional de Honor, del equipo de baile y participaba en otras actividades extracurriculares. Su objetivo era claro: estudiar una carrera universitaria. De hecho, había conseguido una beca completa en la Universidad de Alabama para estudiar Medicina. Sin embargo, su paso por Aruba cambiaría todo.
En aquel rincón del Caribe, el destino la cruzó con Joran van der Sloot, un joven de 18 años que marcaría el final de sus sueños. Joran nació en los Países Bajos, pero a los tres años su familia se mudó a Aruba. Sus padres, Paulus y Anita, soñaban con brindarle a él y a sus hermanos la mejor educación. Joran destacó en los deportes, especialmente en fútbol y tenis, llegando a ganar campeonatos. También fue un estudiante destacado, pero su adolescencia estuvo marcada por la rebeldía. Pasaba noches fuera de casa y disfrutaba de la vida nocturna de Aruba.
Natalee y sus compañeros viajaron con un grupo de adultos responsables, pero solo contaban con un seguimiento ocasional y no una supervisión estricta en sus salidas nocturnas. Esto les permitió disfrutar de las fiestas y de las playas durante toda una semana. En ese tiempo conocieron a Joran, descrito como un joven carismático, y a los hermanos Deepak y Satish Kalpoe, de 21 y 18 años, originarios de Surinam. Juntos, compartieron noches de baile y diversión.
El domingo 29 de mayo de 2005, la última noche del viaje, Natalee y sus amigos decidieron despedirse de su etapa escolar con una gran fiesta. Salieron del hotel Holiday Inn y se dirigieron al club nocturno Carlos ‘n Charlie’s, popular entre locales y turistas. Allí, se reencontraron con Joran y los hermanos Kalpoe, con quienes compartieron gran parte de la noche. Al llegar la madrugada, las amigas de Natalee sugirieron volver al hotel, pero ella insistió en quedarse un poco más. Joran se ofreció a llevarla más tarde, y Natalee aceptó, despidiéndose de sus compañeras. Subió a un auto junto a los tres jóvenes, siendo vista por última vez alrededor de la 1:30.
A la mañana siguiente, el grupo desayunó y se dispuso a hacer el equipaje para regresar a Estados Unidos. Sin embargo, las amigas de Natalee notaron con preocupación su ausencia: su cama seguía intacta y su bolso permanecía a medio hacer. Alarmadas, acudieron a la recepción donde confirmaron que ella no había regresado. La esperaron hasta el último momento, pero finalmente el avión despegó sin ella. Al llegar a Estados Unidos, notificaron a Beth Holloway, la madre de Natalee, quien supo de inmediato que algo estaba mal. Conociendo el carácter de su hija, descartó que pudiera haberse ausentado voluntariamente. Un oscuro presentimiento invadió su corazón: Natalee había sido secuestrada o asesinada.
Beth y el padrastro de Natalee viajaron de inmediato a Aruba. Al llegar, acudieron a la policía, pero las autoridades locales minimizaron la situación, asegurando que la joven seguramente regresaría por su cuenta. Desesperados por la falta de acción, los padres de Natalee comenzaron a investigar por su cuenta. En el hotel, recogieron el equipaje y pasaporte de su hija y obtuvieron el nombre completo de Joran, el último en verla. Tras 48 horas sin noticias, la policía clasificó el caso como una desaparición y lanzó un operativo de búsqueda.
Cincuenta marinos neerlandeses rastrearon la costa, mientras empleados públicos y voluntarios se sumaron al esfuerzo. Los bancos locales recaudaron 20.000 dólares para la causa. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos colectivos, el paradero de Natalee seguía siendo un misterio.
No se encontraron rastros de Natalee Holloway después de que su madre, Beth, proporcionara a las autoridades el nombre de Joran van der Sloot. La policía acudió a su apartamento, donde encontraron al joven junto a los hermanos Kalpoe, Deepak y Satish. A partir de ese momento, la investigación quedó sumida en un clima de confusión y versiones contradictorias.
En una primera declaración, Joran afirmó que la madrugada del 30 de mayo, él y los hermanos Kalpoe habían llevado a Natalee a la playa y alrededor de las 2, la dejaron en su hotel. Aseguró haberla visto entrar sola. Sin embargo, las cámaras de seguridad desmintieron su relato: no había registros de la joven ingresando al lobby. En una segunda versión, Joran insistió en que habían llevado a Natalee a la playa, pero esta vez afirmó que ella estaba demasiado borracha y decidió quedarse sola allí. Nuevamente, su relato fue desmentido, esta vez por pescadores que se encontraban en la zona y que aseguraron no haber visto a nadie en esas condiciones.
El 5 de junio de 2005, dos exguardias de seguridad del hotel, Anthony John y Abraham Jones, fueron arrestados después de que los hermanos Kalpoe dieran descripciones que los involucraban. Según los Kalpoe, tras dejar a Natalee en el hotel, vieron a dos hombres con uniformes de guardia de seguridad acercarse a ella. Sin embargo, ambos detenidos fueron liberados una semana después por falta de pruebas.
Días antes de esta liberación, Joran y los hermanos Kalpoe fueron arrestados como principales sospechosos de la desaparición de Natalee. Poco después, un DJ llamado Steve Gregory Croes, de 26 años, también fue detenido, seguido por Paulus van der Sloot, el padre de Joran, un abogado que aspiraba a ser juez. Según The New York Times, todos ellos fueron considerados sospechosos, aunque nunca se hicieron públicos los motivos concretos de sus arrestos. Para septiembre de 2005, todos habían sido liberados debido a la falta de pruebas.
Durante dos años, no hubo avances significativos en el caso. En noviembre de 2007, Joran fue arrestado nuevamente en los Países Bajos a petición de las autoridades de Aruba, bajo la sospecha de estar involucrado en el homicidio de Natalee. Sin embargo, fue liberado un mes después por falta de pruebas concluyentes, y en diciembre de ese año, los cargos fueron retirados. La ausencia de evidencias físicas, las múltiples versiones de los hechos y la limitada capacidad forense de Aruba llevaron el caso a un callejón sin salida.
En febrero de 2008, un programa de televisión holandés transmitió una supuesta confesión de Joran captada con una cámara oculta por Patrick van der Eem, un empresario que trabajaba de encubierto para un periodista. En el video, Joran afirmó que Natalee había muerto por una sobredosis y que había arrojado su cuerpo al mar. Aunque esto llevó a las autoridades de Aruba a reabrir el caso, no pudieron corroborar la confesión y Joran fue liberado nuevamente. Más tarde, Joran afirmó que había mentido a Patrick, diciéndole lo que quería escuchar.
Ese mismo año, apareció en el programa de Fox News, conducido por Greta Van Susteren, donde aseguró que había vendido a Natalee a una red de tráfico humano. Sin embargo, horas después, envió un correo al programa admitiendo que había mentido. En 2010, en otra entrevista para RTL5, Joran afirmó que Natalee había muerto al caer de un balcón tras consumir sustancias en la casa de un amigo. Antes de que esta declaración saliera al aire, las autoridades investigaron y desmintieron sus afirmaciones. Era evidente que independientemente de su responsabilidad en el caso, Joran disfrutaba de la atención mediática.
El 30 de mayo de 2010, cinco años después de la desaparición de Natalee, Stephanie Flores Ramírez, una joven peruana de 21 años, fue reportada como desaparecida en Lima, Perú. Al igual que con Natalee, Stephanie fue vista por última vez en compañía de Joran. Esta vez, sin embargo, hubo una diferencia crucial: Stephanie fue encontrada muerta en una habitación de hotel registrada a nombre de Joran. Su cuerpo presentaba signos de haber sido brutalmente golpeado.
Joran fue arrestado en Chile el 3 de junio de 2010 y extraditado a Perú. Durante el interrogatorio, confesó haber asesinado a Stephanie tras un ataque de ira, al descubrir que ella había revisado su computadora y encontrado información sobre el caso de Natalee. En enero de 2012, Joran fue sentenciado a 28 años de prisión por el asesinato de Stephanie.
En paralelo a su condena en Perú, Joran enfrentó cargos de extorsión y fraude bancario en Estados Unidos. En 2010, antes del asesinato de Stephanie, Joran había intentado extorsionar a Beth Holloway, ofreciéndole información sobre el paradero de Natalee a cambio de 250.000 dólares. El FBI organizó una operación encubierta en la que Joran recibió un pago inicial de 25.000 dólares, pero no proporcionó información válida. Fue acusado formalmente en julio de 2010.
En 2023, Joran fue extraditado temporalmente a Estados Unidos desde Perú para enfrentar estos cargos. Durante el juicio, como parte de un acuerdo de culpabilidad, Joran confesó lo que según él, ocurrió aquella noche de 2005 en Aruba. Aseguró que tras rechazar sus insinuaciones, golpeó a Natalee y la arrastró inconsciente hasta la playa, donde arrojó su cuerpo al mar. No implicó a los hermanos Kalpoe en el hecho. Finalmente, Joran fue sentenciado a 20 años de prisión por extorsión y fraude, una condena que cumplirá después de su sentencia en Perú.
Aunque Joran nunca enfrentará un juicio por el asesinato de Natalee debido a la prescripción del caso en Aruba y la falta de jurisdicción, su confesión puso fin a 18 años de incertidumbre. Beth Holloway declaró que aunque el cuerpo de su hija nunca fue encontrado la familia finalmente tiene un cierre. Para ellos, Joran van der Sloot dejó de ser un sospechoso para convertirse en el asesino confeso de Natalee Holloway.
Aunque llevaban varias horas sin saber de ella, recordaban con claridad la última vez que la habían visto: alrededor de la 1:30 de ese mismo día. Sus compañeros de clase la habían observado subiendo a un auto junto a Joran van der Sloot, un estudiante neerlandés de 17 años que vivía en Aruba y había conocido al grupo de turistas días antes.
Los recién graduados esperaron a Natalee hasta el último momento, pero la voz de la megafonía del aeropuerto rompió el silencio: era el último aviso de embarque. En breve, el avión partiría hacia Estados Unidos.
Este es el caso de Natalee Holloway, una historia donde la línea entre la verdad y la mentira es difícil de trazar.
Buenas noches y bienvenidos a Laberinto Criminal.
A pesar de formar parte del Reino de los Países Bajos, Aruba está muy lejos de Europa. Esta isla, famosa por su arena blanca y aguas cristalinas, se encuentra en el corazón del Caribe holandés. Por su cálida temperatura y paisajes idílicos, se ha convertido en un destino turístico ideal desde hace décadas. Así fue también para Natalee Holloway y sus compañeros del instituto Mountain Brook High School en 2005.
Natalee nació el 21 de octubre de 1986 en Mississippi, Estados Unidos. Pocos días antes de llegar a Aruba, se había graduado con honores de su escuela secundaria. Su paso por el instituto no pasó desapercibido: era miembro de la Sociedad Nacional de Honor, del equipo de baile y participaba en otras actividades extracurriculares. Su objetivo era claro: estudiar una carrera universitaria. De hecho, había conseguido una beca completa en la Universidad de Alabama para estudiar Medicina. Sin embargo, su paso por Aruba cambiaría todo.
En aquel rincón del Caribe, el destino la cruzó con Joran van der Sloot, un joven de 18 años que marcaría el final de sus sueños. Joran nació en los Países Bajos, pero a los tres años su familia se mudó a Aruba. Sus padres, Paulus y Anita, soñaban con brindarle a él y a sus hermanos la mejor educación. Joran destacó en los deportes, especialmente en fútbol y tenis, llegando a ganar campeonatos. También fue un estudiante destacado, pero su adolescencia estuvo marcada por la rebeldía. Pasaba noches fuera de casa y disfrutaba de la vida nocturna de Aruba.
Natalee y sus compañeros viajaron con un grupo de adultos responsables, pero solo contaban con un seguimiento ocasional y no una supervisión estricta en sus salidas nocturnas. Esto les permitió disfrutar de las fiestas y de las playas durante toda una semana. En ese tiempo conocieron a Joran, descrito como un joven carismático, y a los hermanos Deepak y Satish Kalpoe, de 21 y 18 años, originarios de Surinam. Juntos, compartieron noches de baile y diversión.
El domingo 29 de mayo de 2005, la última noche del viaje, Natalee y sus amigos decidieron despedirse de su etapa escolar con una gran fiesta. Salieron del hotel Holiday Inn y se dirigieron al club nocturno Carlos ‘n Charlie’s, popular entre locales y turistas. Allí, se reencontraron con Joran y los hermanos Kalpoe, con quienes compartieron gran parte de la noche. Al llegar la madrugada, las amigas de Natalee sugirieron volver al hotel, pero ella insistió en quedarse un poco más. Joran se ofreció a llevarla más tarde, y Natalee aceptó, despidiéndose de sus compañeras. Subió a un auto junto a los tres jóvenes, siendo vista por última vez alrededor de la 1:30.
A la mañana siguiente, el grupo desayunó y se dispuso a hacer el equipaje para regresar a Estados Unidos. Sin embargo, las amigas de Natalee notaron con preocupación su ausencia: su cama seguía intacta y su bolso permanecía a medio hacer. Alarmadas, acudieron a la recepción donde confirmaron que ella no había regresado. La esperaron hasta el último momento, pero finalmente el avión despegó sin ella. Al llegar a Estados Unidos, notificaron a Beth Holloway, la madre de Natalee, quien supo de inmediato que algo estaba mal. Conociendo el carácter de su hija, descartó que pudiera haberse ausentado voluntariamente. Un oscuro presentimiento invadió su corazón: Natalee había sido secuestrada o asesinada.
Beth y el padrastro de Natalee viajaron de inmediato a Aruba. Al llegar, acudieron a la policía, pero las autoridades locales minimizaron la situación, asegurando que la joven seguramente regresaría por su cuenta. Desesperados por la falta de acción, los padres de Natalee comenzaron a investigar por su cuenta. En el hotel, recogieron el equipaje y pasaporte de su hija y obtuvieron el nombre completo de Joran, el último en verla. Tras 48 horas sin noticias, la policía clasificó el caso como una desaparición y lanzó un operativo de búsqueda.
Cincuenta marinos neerlandeses rastrearon la costa, mientras empleados públicos y voluntarios se sumaron al esfuerzo. Los bancos locales recaudaron 20.000 dólares para la causa. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos colectivos, el paradero de Natalee seguía siendo un misterio.
No se encontraron rastros de Natalee Holloway después de que su madre, Beth, proporcionara a las autoridades el nombre de Joran van der Sloot. La policía acudió a su apartamento, donde encontraron al joven junto a los hermanos Kalpoe, Deepak y Satish. A partir de ese momento, la investigación quedó sumida en un clima de confusión y versiones contradictorias.
En una primera declaración, Joran afirmó que la madrugada del 30 de mayo, él y los hermanos Kalpoe habían llevado a Natalee a la playa y alrededor de las 2, la dejaron en su hotel. Aseguró haberla visto entrar sola. Sin embargo, las cámaras de seguridad desmintieron su relato: no había registros de la joven ingresando al lobby. En una segunda versión, Joran insistió en que habían llevado a Natalee a la playa, pero esta vez afirmó que ella estaba demasiado borracha y decidió quedarse sola allí. Nuevamente, su relato fue desmentido, esta vez por pescadores que se encontraban en la zona y que aseguraron no haber visto a nadie en esas condiciones.
El 5 de junio de 2005, dos exguardias de seguridad del hotel, Anthony John y Abraham Jones, fueron arrestados después de que los hermanos Kalpoe dieran descripciones que los involucraban. Según los Kalpoe, tras dejar a Natalee en el hotel, vieron a dos hombres con uniformes de guardia de seguridad acercarse a ella. Sin embargo, ambos detenidos fueron liberados una semana después por falta de pruebas.
Días antes de esta liberación, Joran y los hermanos Kalpoe fueron arrestados como principales sospechosos de la desaparición de Natalee. Poco después, un DJ llamado Steve Gregory Croes, de 26 años, también fue detenido, seguido por Paulus van der Sloot, el padre de Joran, un abogado que aspiraba a ser juez. Según The New York Times, todos ellos fueron considerados sospechosos, aunque nunca se hicieron públicos los motivos concretos de sus arrestos. Para septiembre de 2005, todos habían sido liberados debido a la falta de pruebas.
Durante dos años, no hubo avances significativos en el caso. En noviembre de 2007, Joran fue arrestado nuevamente en los Países Bajos a petición de las autoridades de Aruba, bajo la sospecha de estar involucrado en el homicidio de Natalee. Sin embargo, fue liberado un mes después por falta de pruebas concluyentes, y en diciembre de ese año, los cargos fueron retirados. La ausencia de evidencias físicas, las múltiples versiones de los hechos y la limitada capacidad forense de Aruba llevaron el caso a un callejón sin salida.
En febrero de 2008, un programa de televisión holandés transmitió una supuesta confesión de Joran captada con una cámara oculta por Patrick van der Eem, un empresario que trabajaba de encubierto para un periodista. En el video, Joran afirmó que Natalee había muerto por una sobredosis y que había arrojado su cuerpo al mar. Aunque esto llevó a las autoridades de Aruba a reabrir el caso, no pudieron corroborar la confesión y Joran fue liberado nuevamente. Más tarde, Joran afirmó que había mentido a Patrick, diciéndole lo que quería escuchar.
Ese mismo año, apareció en el programa de Fox News, conducido por Greta Van Susteren, donde aseguró que había vendido a Natalee a una red de tráfico humano. Sin embargo, horas después, envió un correo al programa admitiendo que había mentido. En 2010, en otra entrevista para RTL5, Joran afirmó que Natalee había muerto al caer de un balcón tras consumir sustancias en la casa de un amigo. Antes de que esta declaración saliera al aire, las autoridades investigaron y desmintieron sus afirmaciones. Era evidente que independientemente de su responsabilidad en el caso, Joran disfrutaba de la atención mediática.
El 30 de mayo de 2010, cinco años después de la desaparición de Natalee, Stephanie Flores Ramírez, una joven peruana de 21 años, fue reportada como desaparecida en Lima, Perú. Al igual que con Natalee, Stephanie fue vista por última vez en compañía de Joran. Esta vez, sin embargo, hubo una diferencia crucial: Stephanie fue encontrada muerta en una habitación de hotel registrada a nombre de Joran. Su cuerpo presentaba signos de haber sido brutalmente golpeado.
Joran fue arrestado en Chile el 3 de junio de 2010 y extraditado a Perú. Durante el interrogatorio, confesó haber asesinado a Stephanie tras un ataque de ira, al descubrir que ella había revisado su computadora y encontrado información sobre el caso de Natalee. En enero de 2012, Joran fue sentenciado a 28 años de prisión por el asesinato de Stephanie.
En paralelo a su condena en Perú, Joran enfrentó cargos de extorsión y fraude bancario en Estados Unidos. En 2010, antes del asesinato de Stephanie, Joran había intentado extorsionar a Beth Holloway, ofreciéndole información sobre el paradero de Natalee a cambio de 250.000 dólares. El FBI organizó una operación encubierta en la que Joran recibió un pago inicial de 25.000 dólares, pero no proporcionó información válida. Fue acusado formalmente en julio de 2010.
En 2023, Joran fue extraditado temporalmente a Estados Unidos desde Perú para enfrentar estos cargos. Durante el juicio, como parte de un acuerdo de culpabilidad, Joran confesó lo que según él, ocurrió aquella noche de 2005 en Aruba. Aseguró que tras rechazar sus insinuaciones, golpeó a Natalee y la arrastró inconsciente hasta la playa, donde arrojó su cuerpo al mar. No implicó a los hermanos Kalpoe en el hecho. Finalmente, Joran fue sentenciado a 20 años de prisión por extorsión y fraude, una condena que cumplirá después de su sentencia en Perú.
Aunque Joran nunca enfrentará un juicio por el asesinato de Natalee debido a la prescripción del caso en Aruba y la falta de jurisdicción, su confesión puso fin a 18 años de incertidumbre. Beth Holloway declaró que aunque el cuerpo de su hija nunca fue encontrado la familia finalmente tiene un cierre. Para ellos, Joran van der Sloot dejó de ser un sospechoso para convertirse en el asesino confeso de Natalee Holloway.