Marketing Online

Hoy hablamos de Brave, el navegador que he estado usando las últimas semanas, y vemos en qué se diferencia del resto. ¿Vale la pena cambiar?

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Ahora sí, hablemos de Brave. Ell navegador, no el buscador ni la princesa de Disney (que también existen, pero son otra historia). Lo he estado probando y comparando con Chrome, y hoy quiero contaros mi opinion, por supuesto, sesgada como siempre.

La transición a Brave es muy sencilla, ya que permite importar perfiles, contraseñas y datos de otros navegadores sin complicaciones. Algo muy interesante que me llamó la atención es que no requiere login, lo que refuerza la privacidad sin necesidad de depender de una cuenta, algo que mencionan constantemente.

Rápidamente vemos que está basado en Chromium, el mismo motor que Chrome, por lo que la experiencia de uso es muy similar y compatible con todas las extensiones habituales. Si estamos acostumbrados a Chrome, el cambio es muy similar a diseño y funcionalidad.

Uno de los puntos más peculiares de Brave es su asistente de inteligencia artificial, Leo AI, que nos permite hacer preguntas sobre la página que estamos viendo, generar nuevo contenido y, en algunos casos, interactuar con vídeos de YouTube si tienen transcripción disponible.

En cuanto a seguridad, el bloqueo de anuncios y rastreadores es una de sus grandes fortalezas. Brave bloquea absolutamente todos los anuncios, incluidas las redes sociales, los de Google y los de YouTube, eliminando incluso los molestos banners de cookies. Esto tiene un impacto directo en la velocidad de navegación que, según ellos, puede ser hasta seis veces más rápida que en navegadores sin bloqueadores. Yo no he notado tanto, pero si que es sin duda, más rápido.

Para quienes buscan aún más privacidad, Brave ofrece una VPN de pago y la posibilidad de utilizar TOR integrado. Gracias a esto, podemos navegar de forma anónima, enmascarar nuestra IP y acceder a información censurada en algunos países. Además, cuenta con un modo de lectura para facilitar la visualización de textos largos sin distracciones y un gestor de torrents incorporado que permite descargar archivos sin necesidad de software adicional.

Otra de sus funcionalidades interesantes es su sistema de recompensas en criptomonedas. Si queremos, podemos activar la opción de recibir BATs (Basic Attention Tokens) por interactuar con anuncios voluntarios, aunque es una función opcional. También incluye un servicio de videollamadas integrado, aunque está limitado a un máximo de cuatro personas.

Brave está disponible en Windows, MacOS, Linux, iOS y Android, lo que permite sincronizar la experiencia en distintos dispositivos. En definitiva, si buscamos un navegador rápido, privado, sin anuncios y con extras como IA, TOR y gestión de torrents, Brave es una opción muy completa. Una alternativa interesante para quienes valoran la velocidad y la privacidad en la navegación diaria.

Como siempre, muchas gracias a todos por vuestras valoraciones de cinco estrellas en iTunes y Spotify, suscribiros a los cursos para emprendedores y por estar ahí, al otro lado. Sin vosotros esto no sería lo que es, sin vosotros esto simplemente… ¡No sería!

Nos escuchamos mañana con más marketing online. Como siempre, a las 07:07. Hasta entonces… ¡Muy buenos días!