Feb 20 2025 23 mins 6
La escena comienza en la “habitación de un hotel de segundo orden”, de “una capital de provincia de segundo orden”, en un lugar perdido por el mapa de Europa, donde pasa su última noche de soltero Dionisio, antes de su boda. Sin embargo, no será una noche plácida: a medida que va avanzando el péndulo de las horas, Dionisio conoce a otra huésped del hotel, Paula, bailarina en una compañía de revista que ha llegado a la ciudad, en la que actuarán la próxima tarde. Ella y los otros cómicos irán mostrando a Dionisio un mundo fascinante de vuelo y de aventura, ante lo que la vida nos ofrece: tanto, que le hará reconsiderar su decisión de casarse al día siguiente. Porque, lo que Dionisio comienza a desear, es dejarlo todo y fugarse con Paula. Tres sombreros de copa es una obra escrita “con amor y con melancolía”. En 1932, cuatro años antes del comienzo de la Guerra Civil, Miguel Mihura está recuperándose de una larga enfermedad, y comienza a perfilar esta obra de teatro como divertimento. La comedia refleja un viaje real: cuando estuvo enrolado en una compañía de actores, y el momento en que se le cruzaron su embeleso por una bailarina, y la ruptura -o, como él nos diría, su “forzado rompimiento amoroso”- con una antigua novia juvenil. También Dionisio, el protagonista, está entre esa novia y una bailarina, aunque seguramente con otro desenlace, tras un giro distinto. Y justo eso, de alguna forma, es Mihura: un espejo que te ofrece su reverso, porque es lo opuesto a ti, lo que te afirma