Jan 22 2020
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Un rey que tenía a su servicio a un sabio consejero quien, siempre que se enfrentaba a situaciones adversas, le decía: "Qué bueno, qué bueno, qué bueno".Un día de cacería, el monarca tuvo tan mala suerte que se seccionó un dedo del pie y, cuando se reencontró con su consejero, éste exclamó: "Qué bueno, qué bueno, qué bueno".Dolido con esa reacción, el rey mandó desp