Querido Amor, hace tiempo que no te escribo a tí... Se me ha pasado el tiempo y la vida explicándole a otros cuanto les amo y dejé simplemente de tener estos encuentros contigo. No me culpes, a veces, cuando nos sentimos sólos olvidamos la "verdadera compañía". Nos vamos arrastrando penas y orgullos, dignidad, desamores y entre tanto temor sólo sembré indiferencia hacia a tí... Que siempre y sin reservas estabas ahí, en tu rincón, observando como sembraba esperanza y besos en otros espacios.