La Iglesia Presbiteriana Evangélica Westminster (IPEW) es la primera iglesia en Puerto Rico de la denominación Iglesia Presbiteriana Evangélica (EPC), denominación presbiteriana con base en los Estados Unidos de América (EUA). Somos presbiterianos en nuestra forma de gobierno, reformados en nuestro fundamento teológico y evangélicos en nuestro enfoque de llevar a cabo la gran comisión que nos diera nuestro Señor Jesucristo de predicar el Evangelio en todas partes. Nuestra iglesia está compuesta por una comunidad de fe que históricamente se ha caracterizado por haber compartido, practicado, enseñado y predicado los fundamentos de la Fe bíblica y reformada. Nuestra iglesia nace el 8 de febrero de 2015. Durante los meses de febrero a mayo de 2015 llevamos a cabo el proceso de solicitar y ser recibidos como miembros del Presbiterio de la Florida de la EPC. La IPW se integró formalmente al Presbiterio de la Florida y del Caribe de la EPC el 26 de junio de 2015 cuando la Asamblea General del 2015 de la EPC aprobó por unanimidad expandir el territorio del Presbiterio de la Florida para incluir a Puerto Rico. El servicio de instalación y recepción de nuestros Pastores y Ancianos se llevó a cabo el 6 de septiembre de 2015. Nuestras oficinas administrativas están ubicadas en la urbanización Santa Rosa, Bayamón, Puerto Rico. Aunque al momento no contamos con un Santuario, hemos sido bendecidos, por la Gracia y Providencia de Dios, con el amor y compromiso de personas y denominaciones amigas que han respaldado nuestra decisión de serle fiel a Dios sobre las influencias humanas y culturales que tanto afectan a nuestra sociedad moderna. Dios ha provisto para suplir cada una de nuestras necesidades, permitiéndonos gozar de espacios físicos para la adoración (American School y Égida Jesús Sánchez Erazo), para la administración de servicios a la comunidad (Iglesia Discípulos de Cristo en Calle Comerío para la Escuela Bíblica de Verano), y tantas otras bendiciones por medio de miembros de la congregación y otras Iglesias hermanas y otras instituciones amigas. Hoy miramos al futuro agradecidos a Dios por su cuidado, y con la certeza y la confianza de que Aquél que nos ha guiado hasta ahora, continuará bendiciendo y guiando nuestro andar para llevar a cabo los planes que Él tiene para con nosotros. ¡A Dios y sólo a Dios sea la Gloria!