En 2011, Yovanny, un adolescente de 17 años, dejó su casa en una comunidad de Chichicastenango para migrar hacia Estados Unidos. No llegó al final del viaje. El cuerpo fue encontrado en Tamaulipas, víctima de una masacre. Su familia recibió el cadáver, pero tiempo después se descubrió que ese no era el cuerpo de Yovanny. Hoy siguen peleando para poder enterrarlo en su comunidad.